Acompañenos hoy en las Series de Desarrollo Profesional para GTAs en la Biblioteca Hale.
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Aparte de que es un requisito institucional, evalúo para verificar cuan bien mis estudiantes están comprendiendo y aprendiendo lo que estoy enseñando, evalúo para chequear si estoy explicando y enseñando correctamente y lo suficiente para que mis estudiantes aprendan y evalúo para para obtener información de cómo mejorar la enseñanza – aprendizaje.
Enseño porque quiero ayudar a mis estudiantes a aprender, enseño porque quiero guiar a mis educandos a convertirse en estudiantes independientes, quiero que ellos aprendan a aprender; también enseño porque quiero hacer un impacto positivo en las vidas de mis estudiantes, y en especial enseño porque quiero hacer una diferencia en sus vidas, una diferencia en la educación de mi país y por ende hacer una diferencia en el mundo. Porque considero que la Educación es el motor del progreso y desarrollo humano, social, tecnológico y económico.
Estoy muy emocionada por la oportunidad de participar en la
en Oklahoma State University, el 30 y 31 de Julio de 2015.
Sin lugar a duda será una experiencia inolvidable.
Este es un gran artículo publicado en The Chronicle of Higher Education el 3 de abril de 2015, Volumen LSI, número 29, página A31, por: Rob Jenkins.
Según Jenkins, las cuatro cualidades que todos los maestros poderosos poseen son:
Los grandes maestros tienden a tener un buen carácter y son accesibles; profesionales sin ser distantes; exigentes sin ser antipáticos; naturales; y tremendamente creativos.
La capacidad inconfundible que algunas personas tienen para “adueñarse de cualquier lugar”. Podríamos llamarlo carisma, pero es más que eso. Sin embargo, los mejores maestros, como Lang concluyó, están siempre “presentes” conectándose tanto con su materia como con sus estudiantes.
La preparación ocurre en tres niveles: a largo plazo, a mediano plazo y a corto plazo. La mayoría de los docentes ya han logrado la preparación a largo plazo, en virtud de lo cual poseen títulos avanzados. Esa preparación les servirá bien y será su principal fuente de autoridad desde su primer día de clases hasta el último. Pero en el intermedio, deberán continuar con su educación sobre una base regular.
La pasión, o el amor, se manifiesta en el aula de dos maneras: el amor por sus estudiantes y el amor para su materia.
Tal vez no todos podemos ser ese tipo de maestro, pero al menos deberíamos aspirar a serlo. Además, incluso si no hemos nacido con algunas de estas cualidades, podemos desarrollarlas.
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